Para nosotros es un orgullo poder mantener vivo el recuerdo, el espíritu y las antiguas recetas de los embutidos caseros de Espejo, utilizando las mejores carnes y especias en su elaboración para aportar a nuestro chorizo, morcilla, butifarra, salchichón,… todo el sabor y aroma de antaño, para que el consumidor reviva todo un recital de sabrosos recuerdos. Los sabores de toda la vida que encuentra en nuestros productos, pertenecen al patrimonio de dos generaciones de maestros chacineros que buscan todos los días el perfecto equilibrio entre la satisfacción de clientes y consumidores y la conservación de nuestra tradición charcutera.